Manifiesto
Ferrer Guàrdia: una condena injusta que la democracia debe reparar
El alellense Francisco Ferrer Guardia fue fusilado en el foso de Santa Eulàlia del castillo de Montjuïc en 1909, tras ser juzgado en un consejo de guerra sin garantías y condenado por una acusación falsa: haber instigado la revuelta de la Semana Trágica. Más de un siglo después, esta condena sigue vigente. No ha sido anulada ni reparada. Es hora de poner fin a esta injusticia histórica.
Ferrer Guardia fue el fundador de la Escuela Moderna, un proyecto pedagógico basado en la razón, la ciencia, la coeducación de sexos y clases sociales y el pensamiento crítico. Defendía una educación laica que rompiera con las cadenas de la ignorancia, los dogmas y la sumisión, como herramienta de emancipación colectiva. Las élites del momento no lo toleraron. El juicio estuvo marcado por una campaña de represión desde sectores políticos, religiosos y mediáticos. Con su condena, las autoridades de la época quisieron reprimir un modelo que cuestionaba el orden establecido. Su ejecución, sin embargo, fue denunciada internacionalmente como una injusticia evidente, con protestas internacionales en ciudades como París, Londres, Nueva York, Bruselas o Buenos Aires.
Desde entonces, nunca ha habido ningún reconocimiento institucional. Este silencio no solo perpetúa la impunidad: niega también la posibilidad de construir una memoria basada en la verdad, la justicia y la reparación. Anular su sentencia no es solo un acto de justicia histórica: es un paso imprescindible para fortalecer nuestra democracia.
Por ello, reclamamos:
-
La anulación de la condena a muerte contra Francisco Ferrer Guardia, para que sea jurídicamente nula.
-
El reconocimiento público e institucional de su legado pedagógico, humanista y libertario, como referente internacional de la educación laica, crítica y universal.
-
La asunción de responsabilidades por parte de las instituciones, en coherencia con los principios de verdad, justicia y reparación que deben guiar toda política de memoria democrática.
-
El impulso de medidas de reparación simbólica, educativa y memorialista, incluyendo actos institucionales, espacios de memoria y materiales pedagógicos.
-
La integración del caso Ferrer Guardia en las políticas públicas de memoria histórica.
Este manifiesto es un llamamiento abierto a toda la ciudadanía, entidades, instituciones, centros educativos y organizaciones sociales. Hoy, más que nunca, necesitamos referentes como Ferrer Guardia para repensar el modelo educativo y combatir los nuevos dogmatismos que amenazan la libertad de conciencia. Reivindicar su figura es también combatir la intolerancia, el fanatismo y el autoritarismo, y defender una educación comprometida con los derechos humanos, el pensamiento crítico y la transformación social.
Queremos Verdad. Queremos Memoria. Queremos Justicia por Ferrer.
ENLACE AL FORMULARIO:
https://forms.office.com/e/WQkVLFWQBY?origin=lprLink
Firma:
Pere Solà, historiador de la educación, experto en Ferrer Guardia y en pedagogía renovadora.
Marina Subirats, socióloga y pedagoga, referente en educación y feminismo.